Normalmente todos los árboles en la naturaleza crecen en un suelo con escasa capacidad drenante y poca aireación, a pesar de ello tiene un gran crecimiento y una mayor estabilidad en los ciclos de actividad o falta de ella según las estaciones, un ejemplo puede ser el que nuestros árboles broten o dejen caer las hojas con diferencia a la de los la naturaleza incluso siendo de la misma especie, ello viene condicionado por la temperatura menos estable en la maceta que en su habitat natural. Los vegetales determinan sus fases de crecimiento en base a la temperatura del suelo si esta es baja o demasiado alta detienen su crecimiento e incluso agostan sus hojas.
Podemos observar que en Japón los árboles de delicada ramificación tras recibir un par de heladas y desprovistos de sus hojas son recogidos en invernaderos fríos con la intención de protegerlos de heladas más intensas, esto lo hacen en primer lugar para que el árbol detenga totalmente su ciclo activo, para después proteger las raíces de la congelación del substrato, en caso de congelarse mueren las raíces más finas y con ellas las ramas tan costosamente elaboradas. También sucede con especies de alta montaña como Piceas o Azaleas, ya que estas son capaces de soportar en su entorno natural un clima especialmente frío y en maceta no, en maceta el substrato se congela y en la naturaleza no al estar cubiertas de una espesa capa de nieve. Por ello debemos proteger nuestros árboles de la congelación de las macetas para evitar daños irreparables en los mismos.
El substrato que empleemos determinará la salud y el vigor de los bonsai. Un substrato sin cribar obstaculiza la aireación de las raíces, aumenta el riesgo de deshidratación de las mismas por exceso de humedad o por impermeabilizar ciertas zonas del mismo, impide un correcto abonado del árbol por riesgo de acumulación y favorece ataques fúngicos. En cambio si empleamos uno correctamente cribado nos evita todos estos problemas.
Personalmente recomiendo no usar tierras vegetales en ningún caso a nos ser que estas estén correctamente cribadas y no excedan el 20% de la mezcla.
El tamaño del grano debe ser siguiente:
De 7 a 10 mm de diámetro en la capa de drenaje siendo fundamental una buena capa canto más plana sea la maceta.
De 3 a 7 mm en macetas grandes y en árboles en fase de formación de ramas y tronco (engrosamiento de caducos).
De 3 a 7 mm en coníferas en maceta mediana ya formadas.
De 3 a 5 mm en macetas medianas para árboles de hoja caduca densamente ramificados o en proceso.
De 3 a 5 mm en macetas pequeña de coníferas ya formadas.
De 1 a 3 mm en macetas pequeñas de hoja caduca de fina ramificación.
Substratos que recomiendo:
Caducos. Entre un 50% y 100% de akadama, resto de arena
Pinos. Akadama máximo un 50% de akadama y el resto pómez, arena de río, volcánica, etc.
Romero, sabinas, enebros. Akadama 50% máximo y el resto arena de cualquier tipo aunque es recomendable arena de cantera o de la de los caminos de zonas calcareas, estas especies necesitan suelos de caracter básico.
Acebuches. Máximo de un 50% de akadama y muy recomendable gránulos de calcio con el que se alimentan a las gallinas ponedoras, junto a arena de cualquier tipo.
Con este tipo de substratos los bonsai estarán más sanos y nos deleitarán con todo su esplendor, aunque hay que regar mucho cuando hace calor.