Substrato, Abonado y Salud del Bonsái

Substrato

Cultivamos los bonsái en substratos porosos, usando akadama, arena de pómez, greda volcánica, arena de río, arenas japonesas y otros similares. Hay aficionados que emplean tierras vegetales, en este caso con intención de un mejor reparto de la humedad en el substrato, personalmente no lo hago, considero que eliminamos parte de la ventaja de los suelo granulado.El substrato debe realizar una labor adecuada, siendo fundamental para la correcta respiración del árbol, y el oportuno nivel de retención de agua y nutrientes. Todas estas características proporcionarán un pan de raíces fino, equilibrado y capaz de mantener la salud de toda la zona aérea del mismo.

Las tierras empleadas deben ser acordes con el tipo de especie a cultivar, siendo el estándar de las mezclas de carácter neutro y sin componentes de origen biológico. Hay excepciones, las azaleas necesitan ligera acidez, y por el contrario el olivo necesita un cierto nivel de alcalinidad. En las primeras existen tierras comerciales para bonsái, en cambio en el caso contrario debemos ser nosotros los que lo corrijan.
Substrato para cultivo de especies de suelo básico, ph de 7 o ligeramente superior. En estos casos es recomendable el uso de carbón vegetal granulado en la mezcla a usar, siendo una proporción pequeña del mismo. Su función es la de actuar como depurador de desequilibrios y toxicidades durante el cultivo. En casos como el olivo, sabinas y otras especies de substrato básico, es recomendable el uso de una porción en la mezcla de calcio granulado, el empleado para gallinas ponedoras sirve. Un valor a tener en cuenta antes de aplicar estos correctores es el agua de riego, en caso de riego con agua corriente en zona donde esta sea dura, la aportación de carbonato cálcico tenderá a la alcalinidad del suelo. En el caso de zona donde el agua sea ácida, neutra, se use osmotizada o desionizada, es recomendable compensar como anteriormente se ha indicado.

Abonado y salud del bonsái

En este apartado se va a tratar la relación del abonado y la salud del bonsái, no en que influye cada elemento macronutriente o micronutriente en su estado, hay gran cantidad de documentación al respecto. Tan poco trataremos que marcas, sólidos o líquidos, en riego o foliar. El objetivo es tratar el impacto que tiene sobre el substrato, desde el punto de vista del ph, de la salinización y del desequilibrio de nutrientes.
El abonado aporta macronutrientes y micronutrientes al árbol, los aportados al substrato añade sales, en el caso de los abonos orgánicos genera una disminución del
ph, depende del tipo puede ser de mayor grado la acidificación. Los abonos comerciales de origen orgánico para uso en el bonsái, sean japoneses o no, sean fermentados o no, modifican el ph. Existen otras opciones comerciales, para uso general en huerta o jardín, alguno de ellos procesados a partir de excrementos de aves, son muy económicos y por tanto tentadores. Tal vez comencemos a emplearlos en pre bonsái, son ricos en nitratos amónicos y por ello ayudan a un rápido engrose, es posible que nos veamos tentados a usarlos en bonsái ya establecido, con precaución en un principio, con el tiempo lo haremos con más generosidad.

Los abonos orgánicos para bonsái están debidamente procesados contra patógenos, formulados en nutrientes equilibrados, liberan lentamente sus sales. Los comerciales de uso general están desequilibrados, pueden contener todo tipo de patógenos y bajo elevada pluviosidad liberan una gran velocidad sus sales.
La salinidad del suelo por abonado es algo común en los cultivos, si a ello añadimos una elevada presencia de sales en el agua de riego, podemos producir un substrato hostil para las raíces. Estas se encontrarían con un entorno con mayor capacidad de absorción de agua, ello conlleva su pérdida a favor del suelo salino. Los substratos salinos son altamente improductivos y mortales para especies de suelos ligeros, húmedos y frescos.

Vamos al caso concreto del bonsái, particularmente a los de suelos básicos. Los olivos, sabinas, ciertas especies de pinos, encinas y quejigos. Estas especies suelen crecer de forma natural en suelos calizos, el proceso óptimo de intercambio electro químico del suelo se produce en esos substratos, la movilización de elementos clave para su desarrollo es cercana a la idónea. Dentro de sus necesidades hay algunos elementos fundamentales, estos son el calcio y el magnesio.

Cuando abonamos el substrato añadimos sales minerales en pequeñas cantidades, si abonamos en exceso salinizamos el medio de sustento, sea este ácido o básico. Podemos generar la muerte directa de raíces e incluso del árbol, en los caducos de hoja plana se aprecia rápido por el quemazón de las hojas, en los perennes es algo más complejo detectarlo. Si a esto le añadimos que bajamos de forma critica el ph, el bonsái sufrirá doblemente. En los olivos, sabinas, etc, se producirá perdida de color, partes de los brotes interiores cambiarán a un color amarillento, los brotes más fuertes se ralentizarán, secándose en muchas ocasiones. En caso de solamente tener problema de ph, el bonsái no compactará de forma idónea, el tacto será menos consistente, el color menos verde, tenderá a crecer de forma apicial, crecerá con escaso vigor y secará los brotes interiores.

¿Ahora qué hago?, lo primero que se nos ocurre es consultar a otros aficionados, a profesionales enseñando fotografías por doquier. Correremos a comprar productos fitosanitarios, conoceremos la existencia de la pytospora y del pythium,
montaremos una farmacia en casa y nos dejaremos un dineral. Si es uno de los patógenos arriba indicados y no hemos retirado el abono del substrato, le estaremos dando de comer al bicho y adiós bonsái. Porque es muy probable que se encuentren en el cepellón, reciclando elementos biológicos de forma natural, si le damos de comer abono y raíces muertas posiblemente se desate una infección. ¿Entonces qué hago?, lo primero es medir el ph del substrato, hay equipos muy económicos, si baja de 6.5 retiramos el abono sólido, recordad que el idóneo en esas especies es 7 a 8. Recomiendo uso de Previcur y Aliette o equivalentes, siempre siguiendo las instrucciones del fabricante. Seguiremos regando con el agua habitual, ojo con la de pozo sin analizar. Abonaremos foliarmente con abono de calcio y abonos con L aminoácidos, algas e incluso abonos NPK más microelementos, siempre evitando incompatibilidades con los tratamientos anteriormente mencionados, alternado siempre las aplicaciones de los abonos. Una buena opción es el tratarlos en riego, abonado exclusivamente de forma foliar.

Corrección del ph. En Japón usan liquido para jin disuelto en agua de riego, también se usa riego con ceniza, existe la opción de abono de calcio en riego, personalmente recomiendo el uso de las tres de forma alterna. Debemos subir el ph de forma controlada, no se debe correr, el abonado foliar compensará el desequilibrio de nutrientes. En pocos días se deben comenzar a ver los resultados, más fuerza en la brotación, mejora del color del verde y detención de la degradación del bonsái. Según la afección del árbol tardará más tiempo, en una temporada de crecimiento se deben revertir los daños.

Gabriel Romero dijo una frase que no se me olvida, «cultivamos el substrato y no el árbol, si el primero se desequilibra el segundo puede enfermar».


https://es.wikipedia.org/wiki/PH_del_suelo
https://es.wikipedia.org/wiki/Suelo_salino

Por Pedro Sánchez